jueves, 25 de junio de 2009

Parece que va a llover...

Parece que va a llover. Parece en todo caso, que fuera a pasar algo. El clima está tenso junto a los cuartos… sin novedades. El sol está ausente y el plomo del cielo pesa. Los hombres y mujeres que están sentados piensan en las cosas que podrían estar haciendo. Entre ellos hay uno, solitario, que roe su lapicera. Con la mirada perdida en la puerta que tiene enfrente considera la posibilidad de salir corriendo despavorido, pero sigue casi pegado a la silla. El final llega de noche, cuando todo a esa hora está anaranjándose y contar es tan tedioso… La sensación siempre es la misma. En todas pasa lo mismo: EL DEBER CUMPLIDO… EL VACIO DE VUELTA… QUE NO SIRVA DE NADA… QUE BUENO PODER HACERLO… ¿CONTÉ BIEN? Nada tiene respuesta ni observación. Nada tiene sentido al final, en el bondi. Es considerar hacer algo que sabemos que de nada va a servir, pero no poder olvidar la imperiosa necesidad de participar.

No puedo decir que no me guste... ¿Pero cuándo voy a salir contento?